Dentro de los proyectos TKNIKA, y en colaboración con IRIZAR, hemos podido realizar una investigación para el uso de Realidad Virtual en las áreas de automoción y fabricación 4.0.
El objetivo de este proyecto en concreto, ha sido responder a las necesidades de validación técnica en las etapas iniciales de diseño en autobuses. El uso de RV dentro del proceso de fabricación permite una validación más precisa y mejorada, y posibilita mejoras significativas en el costo económico y el esfuerzo humano.
-Después de esta experiencia positiva de colaboración, ¿cuál es vuestro interés hacia la implementación de tecnologías innovadoras como la Realidad Virtual?
En el equipo de Innovación de IRIZAR siempre tratamos de mejorar los procesos de nuevos desarrollos. Además de buscar la confiabilidad de nuestros productos, reducir los tiempos y costos de desarrollo, la innovación siempre es uno de nuestros grandes objetivos. La realidad virtual, en concreto, evita la necesidad de módulos físicos y hace que los procesos de validación sean más flexibles y optimizados.
En 2018 aprendimos en un pequeño workshop en Harrobia Ikastola que la tecnología de realidad virtual era lo suficientemente madura como para satisfacer nuestras necesidades, y decidimos lanzar un proyecto como prueba. En este proyecto, hemos visto que la iteración para las validaciones estéticas se acelera enormemente, así como el potencial que puede tener la realidad virtual en otras áreas. Por lo tanto, hemos decidido avanzar con esta tecnología novedosa para nosotros, en otros campos.
-¿Qué importancia puede tener la investigación desarrollada con vosotros en un sector como el vuestro?
La realidad virtual parece estar ganando terreno gradualmente en diferentes sectores, incluido el de la automoción, pero siempre en dos líneas: por un lado, y desde el punto de vista de markteting, para mostrar al cliente directamente la «configuración» o la gama de productos. Por otro lado, y este es nuestro caso en estos momentos, para la mejora de los procesos técnicos.
No es fácil decir cuál será el ritmo de entrada para la realidad virtual, pero creo que dentro de unos años será normal hacer trabajos de diseño e ingeniería con unas gafas en la cabeza; porque la experiencia inmersiva que aporta puede ayudar en muchas áreas técnicas.
A medida que avanzamos, veremos en qué nuevas áreas podemos aplicar todo esto, pero por ahora hay mucho que hacer y, desde IRIZAR, continuaremos con gran interés esta evolución.
-¿Por qué ha sido interesante la colaboración con nosotros?
A IRIZAR siempre le ha gustado avanzar paso a paso y desarrollar proyectos con una base sólida. En este sentido, creo que hemos construido una estrecha relación con Harrobia, con quienes creceremos en colaboración llevaremos a cabo proyectos de diversas necesidades que surjan. Ahora sabemos un poco más sobre esta nueva tecnología y también sobre las competencias que tiene Harrobia, por lo que estamos en condiciones de pasar de una fase de evaluación a la siguiente pantalla.